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martes, 21 de septiembre de 2010

No es tan fácil.

De verdad que os lo agradezco. Se nota que sois buenos amigos y que me apoyáis incondicionalmente, además de darme todos los ánimos del mundo (y alguna que otra regañina) ahora que no lo estoy pasando del todo bien.

Muchos de vosotros sabéis que siempre me gustó escribir, y también muchos de vosotros me decís y me repetís lo bien que se me da juntar palabras sobre un papel, o en este caso, en una pantalla en blanco. Lo dicho, me alegra mucho que penséis así de mí, pero de escribir palabras intentando plasmar sentimientos, estados de ánimo, quizá algún tipo de denuncia social o particular, a pensar que podría trabajar para algún periódico, revista, o incluso que si escribiera un libro me lo iban a publicar, va un mundo. Las cosas no son tan sencillas. No es tan fácil.

Lo primero porque hay gente muy pero que muy buena escribiendo por ahí, aunque sea en pequeños y desconocidos blogs como éste. A mi por ejemplo me encanta como escribe Noelia en su (tristemente abandonado) blog de "La caja de cambios". Hay muy buenos escritores anónimos, y sinceramente yo no quiero siquiera considerarme como escritor. Me parecería una falta de respeto a ese gremio.

Lo segundo porque no he estudiado periodismo, ni filología, ni soy licenciado, requisitos que considero bastante importantes (si no fundamentales) para poder entrar a forma parte de la plantilla de un medio de comunicación. Simplemente un grandísimo profesor me inculcó el amor por la escritura más incluso que por la lectura, como haciendo patente que me gusta más dar que recibir. Lo del libro quizá algún día llegará, aunque simplemente lo escriba para mí.

Y por último, de verdad, no es tan fácil. Nunca nada es tan fácil. Se agradecen las muestras de ánimo, de apoyo, y la ayuda. Pero la vida no ofrece tanta suerte. Hay que saber buscar esa suerte, peleando cada oportunidad que se presenta, pero cuando no hay oportunidad es mucho más complicado.

De vez en cuando oyes acercarse un tren, incluso lo ves, viniendo hacia tí. Amigos y familiares te avisan cuando se acerca, o te guían en dirección a la vía por la que salen los trenes. Los importantes pasan delante tuya, inalcanzables porque las piernas se han quedado marchitas de no entrenarlas y no tienes la suficiente capacidad como para subirte a ellos. Entonces te das cuenta de tus pocas posibilidades y rezas para poder llegar a uno de esos viejos trenes, cochambrosos, de los que da hasta cierto pudor subir, pero que es lo único que queda disponible. Y ni siquiera sabes en que momento va a partir. Sólo suplicas que lo haga contigo dentro.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Orgasmo laboral masculino.

Siempre se dice que la vida da muchas vueltas, y que nunca se sabe lo que va a pasar.
A veces no hace falta ser adivino y estudiar las cartas del tarot o la bola de cristal para saber el futuro. Todas esas cosas me parecen una farsa, y como casi todo en esta vida, basta con ser un poco observador, analítico y perspicaz para darse cuenta de las cosas e intuir hacia donde va nuestro futuro.

En el caso que hoy abordo se trata de mi futuro laboral.
Mi pasado laboral (ya sabemos que el presente está "en paro"), ha sido como un orgasmo masculino. Está abajo, sube de repente a su punto álgido y tal y como ha venido cae de nuevo rendido. Tras éste orgasmo, necesitamos tiempo (algunos más que otros) para volver a tener otro subidón.

Espero estar equivocado, pero si me guío por mis observaciones, análisis y perspicacia (que no es mucha), todo parece indicar que nunca más voy a tener un orgasmo laboral, y que el resto de mi vida laboral va a discurrir como un impotente o un paralítico quien por falta de uso, o inutilidad de capacidades, va a tener que conformarse con que le den por el culo, o chupar pollas. Todo ésto, además, a un precio irrisorio. Lo que se conoce coloquialmente como "puta barata".

Así, si alcancé el orgasmo laboral como delineante, aunque haciendo más horas que un tonto, o como diseñador gráfico con un sueldo de mierda (recordad el país en que vivimos) trabajando para un jefe que no tenía ni puta idea de lo que quería, intenté cambiar, y ese intento de cambio ha significado mi impotencia laboral.
He pasado de nuevo por mozo de almacén (al menos los jefes me trataban de puta madre), y posteriormente por operario de una fábrica que prefiero no recordar para que no me duelan ni el cuerpo ni el alma.

Así, quedaron abandonados, o más bien retrasados, mis conocimientos de diseño gráfico y delineación, y obviamente nadie quiere contratar a un tío que no tiene los conocimientos suficientes y que lleva más de tres años sin trabajar en el diseño o la delineación. Siempre queda la opción de hacer cursos, pero ya he malgastado la opción de este año, la única que me quedaba, con un curso de programación que ni me ha aportado, ni me va a ayudar en mi mejora laboral.

Ahora me veo como puta barata casi suplicando por trabajar como camarero en un restaurante cualquiera, o incluso en lo que mi Txatxe llama "restaurante de lujo", lo que supone trabajar todo el día, a turno partido, o por turnos de 6 horas por un salario irrisorio que no da, ni dará, para vivir en solitario (menos mal que vivo en pareja).
Este tipo de trabajos anulan la capacidad de mejorar en otros conocimientos (cursos) o en otro ámbito laboral. Desde luego queda de puta madre poner en el currículum para un trabajo de diseñador que trabajas en el Vips. Con lo que, siendo un poco observador, analítico y perspicaz, éste es el futuro laboral que me espera. Así hasta jubilarme.

Lo más irónico es que el último trabajo en el que estuve a gusto, con buen horario y decentemente remunerado (daba para vivir en solitario, o incluso si mi pareja estuviera en paro), fue de camarero.
La vida da muchas vueltas, pero mi vida laboral es una línea recta en caída libre.

jueves, 5 de agosto de 2010

Algo se muere en el alma, cuando un amigo se... vuelve.

Seguramente tengáis vuestras discrepancias sobre el asunto que hoy abordo, pero desde luego lo siento así. Cuando un amigo se ha ido en busca de una vida distinta y mejor, y al año le toca retornar, es que las cosas no le han ido tan bien como él hubiera esperado y nosotros, como sus amigos, deseado.
Por supuesto que el hecho de volver puede implicar tenerlo más cerca, más accesible, pues un amigo de verdad siempre está ahí a tu lado, pero sigo pensando que la manera en que se produce ese retorno no es la que ninguno hubiéramos deseado.

Las diferencias en cuanto a nuestro proceso migratorio fueron distintas; lo que conmigo fue una ayuda desde el primer momento por parte de la gente que conocía en Stuttgart, fueron puertas cerradas para él por aquellos que tanto le animaron a emprender la aventura migratoria a Londres, y que hasta querían la mención de amigos en su relación. Nada más lejos de la realidad, y eso quema, agota. Ir a un país desconocido animado por gente que en el mismo momento de la llegada te da la espalda ha de ser muy duro.
Por suerte para este amigo, su media naranja, su pareja, su amor ha estado allí con él durante este largo o corto año, según se mire, lo cual entiendo de vital importancia, y que fue lo que a mí me hizo regresar. De no estar su otra mitad allí con él, probablemente ni siquiera hubiera agotado ese año, lo cual es más que comprensible.

Con la sensación de otra oportunidad perdida, de que ni siquiera a los amigos terminan de salirle las cosas bien, más bien al contrario, está transcurriendo esta semana.

Mi periplo de arrimar el hombro este fin de semana en Madrid superó mis expectativas. Si bien ese par de amigos por los que lo daría todo (éste que renuncia a su huída al extranjero es otro de esos amigos a los que se les quiere más que si fueran de la propia familia), parece que ocultaron en cierto modo su pesar durante este largo fin de semana, dos más se unieron a la lista de amigos con problemas.
Uno de ellos de forma más dramática que el otro (bueno otra, que la 4ª persona es una amiga), ya que su relación de pareja parece haber terminado de la peor manera posible tras 7 años de estabilidad. Además la manera de producirse la ruptura fue de las peores, de las que apenas dejan abierta una posibilidad de amistad entre ellos.

La 4ª persona a la que hacía referencia, una amiga en este caso, es la que sufría los problemas menos graves, pero que aún así, pese a estar contenta y de buen ánimo en su reciente relación, algo en el transcurso de la misma no parecía entrar muy dentro de lo normal. Lo bueno es que parece que el tiempo va dirigiendo esa relación por un camino más llevadero, y es el clavo al que se agarra.

Un problema común aparece en todos aquellos amigos (de mayor o menor intensidad) con los que he hablado o compartido este fin de semana: problemas laborales. Todos tienen trabajo, pero todos están mal en él, y no ven el futuro muy prometedor. Lo triste es que quien necesitaba dos trabajos para poder vivir ahora solo tiene uno, lo cual no es muy alentador, y otro, siendo ateo, reza porque no le quiten uno de los dos trabajos que necesita no ya para vivir, sino para sobrevivir. Es tremendamente injusto. Esto no es vida.

Para colmo, una asesora de la Xunta de Galicia nos "anima" diciendo que ésto va a durar aún bastante, y que en materia laboral las cosas van a ir aún peor. Vivan nuestros políticos.

miércoles, 28 de julio de 2010

Nadie debería sentirse solo el día de su cumpleaños.

El título de esta entrada es obvio, y seguramente compartido por todo el mundo. De hecho para la mayoría de nosotros ésto no tendría sentido. Pero estas cosas pasan, y si el mero hecho de imaginarlo resulta triste, si la persona que se siente sola el día de su cumpleaños es además un Amigo (con mayúsculas), de esos por los que podrías dar la vida si te lo pidiera, el asunto cobra un cariz aún más dramático.

Los buenos amigos, esos que se cuentan con los dedos de una mano, perduran en el tiempo y en la distancia. Siempre están ahí, y siempre lo estarán. Cuando las cosas les van bien por lo general estamos menos pendientes de ellos. Sabemos que están bien y es lo que importa. Cuando el ánimo de esos amigos se tuerce, y la suerte comienza a serles esquiva, es cuando más debemos preocuparnos por ellos, aunque ellos quieran restarle importancia.
Hasta hace dos días me sentía el ombligo del mundo, y desde hace dos días me he dado cuenta de lo egoísta que puedo llegar a ser, preocupándome simplemente por mi futuro, el cual sigue incierto y negro, sin darme cuenta de los problemas que tiene la gente que hay a mi alrededor, aún en la distancia, y que me han hecho reaccionar para estar con ellos en momentos en los que considero de extrema importancia la simple expresión de la amistad.

Desde hace dos días, dos amigos, a los que quiero más que si fueran de mi propia familia, me han hecho salir del pozo anímico en el que me encuentro para intentar meterme con ellos en su pozo particular, y así, si no podemos nadar juntos para salir del agujero, sí al menos compartir los tragos de agua mientras nos ahogamos, intentando que respiren un poco, o que olviden por un momento que se están ahogando.

Nunca nadie debería estar solo, y mucho menos sentirse solo. Los amigos estamos para eso, y los cumpleaños, por muy viejos que nos hagamos son para celebrarlos.
Este fin de semana recorro 1200 kilómetros para compartir hombro con mis amigos. Ellos no se merecen estar en un pozo, y yo me siento un privilegiado por tener amigos como ellos.

lunes, 19 de julio de 2010

Un año.

Recuerdo este día como si fuera hoy mismo.
Desayunamos en casa de David y Sabrina, que nos habían hospedado en su apartamento de Hohenems tras haber llegado el sábado por la noche con 1.000 kilómetros recorridos en 12 horas a nuestras espaldas. David ya se había ido a trabajar, y durante el desayuno Sabrina lamentaba que no nos quedáramos un poco más. Creo que Laura y yo también nos lamentábamos de ello. Ayer lo pasamos tan bien.... Nos llevaron a Rappenloch, un lugar precioso de los alpes austriacos donde un lago desciende en numerosas cascadas, rodeado de árboles que parecían esconder el lugar. El hecho es que, lamentaciones o no, teníamos que partir rumbo a Stuttgart.

Realmente nuestro punto de llegada es Neuhausen a.d.F. (auf den Fildern), donde quedamos con Carmen, que ya nos sirve de traductora para hospedarnos en la Pension Gaiser, un pequeñito y comfortable hostal, con una habitación que ya quisieran muchos hoteles de 3 estrellas. Llegamos bastante antes que Carmen, y las dudas para aparcar aparecen pronto al no conocer aún el funcionamiento del "Park Scheibe". No hay problema, lo dejamos a la vista (por si acaso) de la terraza del bar-restaurante en el que hemos quedado con Carmen. Necesito una cerveza para intentar relajarme un poco. Bueno, necesito dos. Ya estoy aquí y esto comienza.

Carmen aparece y enseguida nos organiza la agenda. Mañana al ayuntamiento a empadronarme, poniendo su casa como dirección pese a que voy a vivir con mi amigo Tobías a 30 kilómetros de aquí. Ir a un taller para que pongan la pegatina verde al coche y no tener problemas de entrada al centro de las ciudades. De paso compramos un "Park Scheibe", ahora que Carmen ya nos ha explicado su funcionamiento. Una vez que Carmen se ha ido, Laura y yo recorremos un poco Neuhausen, comprando algo de comer y de beber en un supermercado, para ir a descansar al pequeño hotel con una gran habitación. El cansancio anímico es más notable que el físico. Hay que intentar descansar, mañana toca empadronarme y apuntarme al curso de alemán, y el miércoles al Inem alemán. Ya estoy en el Jardín de las Yeguas.

Recuerdo este día como si fuera hoy mismo. Pero ya ha pasado un año.

viernes, 2 de julio de 2010

Frustración.

Es del todo frustrante intentar hacer algo y darte cuenta que eres incapaz no ya de hacerlo, sino de entender cómo se hace. Es frustrante mirar al futuro sin un ápice de optimismo, y a quienes me llamen pesismista, les remito las palabras de José Saramago "no soy pesimista, es que el mundo es pésimo". Eso es realismo.

Hace ya más de un mes me acercaba apresurado a solicitar plaza en un curso de programación en el que se iban a impartir lenguajes de programación como Java y C++ (aquellos que no sepáis absolutamente nada de lenguajes de programación, bienvenidos al club). La idea me resultaba muy atractiva, pues mi amigo Falk me comentó que aprender programación sería una buena manera de mejorar mi currículum de diseñador, y que los programadores (en Alemania al menos) estaban muy bien valorados y cotizados. Con ese ánimo y esa motivación de aprender algo que me podía resultar útil en mi futuro laboral me apresuré a inscribirme en el curso.

El problema es que pasan los días y mi frustración se hace patente al verme incapaz de programar. Demasiados datos nuevos para mí y un temario extensísimo que aprender en tan sólo 2 meses que obligan al profesor a tener que enseñarnos los conceptos de programación a toda velocidad. Es curioso que cuando el profesor explica un ejemplo de un programa desarrollado, entiendo la manera en la que se hacen las cosas, pero soy incapaz por el momento de conseguir desarrollar por mí mismo un programa de no demasiada dificultad. Para más Inri debo tener un don para afrontar la vertiente más compleja de desarrollo de los programas, y que en cambio a mí me parece la más lógica. Sería sencillo hacer una metáfora con ésto y pensar que tengo una orientación especial a hacer las cosas del modo más complicado, resultándome este modo el más lógico.

Para colmo el futuro laboral, pese a que hoy han dicho que ha bajado el paro, lo veo más que negro. Una reforma laboral que recorta un buen número de derechos sociales, siendo éste uno de los paises con recursos sociales más bajos de Europa, tampoco ayuda. Ahora nos venden a bombo y platillo que el paro lleva tres meses descendiendo, vamos que esto de la crisis ya se acaba. ¿Alguien no sabe que estos tres meses últimos coinciden con el comienzo de cursos para empleados? ¿Y que los desempleados adscritos a cursos de formación no figuramos en las listas del paro? Curiosamente el paro ha descendido más en el sector de Servicios (véase hostelería), con lo que la relación descenso del paro-temporalidad es más que manifiesta. ¿Cuál es entonces el índice de paro real? Prefiero no saberlo.

Ayer chateaba con mi amiga Sabrina y me decía que pese a ver todo esto tan negro, tengo que apoyarme en las pequeñas cosas de la vida. No le falta ninguna razón, y lo triste es que sólamente tengamos eso, pequeñas cosas en las que apoyarnos para vivir, pues las grandes cosas no están hechas para gente como yo. (Danke Bine dass du immer da bist).

Llegará el día en que el curso se termine, y tenga que comenzar mi búsqueda de empleo de nuevo, y entonces..., prefiero no pensarlo. Es frustante.

miércoles, 16 de junio de 2010

Carta a un apellido en común.

Podrías ser abuelo y ni siquiera lo sabrías. Desconoces cuando tuve una triada con fisura de menisco, o más recientemente escápula alada o el síndrome del tunel carpiano. No sabes quién fue Killah, ni a qué edad me fui de casa, ni los motivos que me llevaron a ello. No conociste a Bea, mi pareja durante 8 años, ni conoces a Laura, que llena mi vida desde hace 9. No sabes si fui a la universidad, si soy un fracasado escolar o quizá ambas cosas. No sabes en los sitios que he trabajado. No sabes quienes son mis amigos. No sabes nada sobre mí.

Eres una persona que de repente me ha enviado un mensaje a mi cuenta de Facebook, y en tan solo 6 horas y dos mensajes de por medio, dices estar muy contento de hablar con tu hijo. Si con "hijo" te refieres a mí, cualquiera puede pensar que eres mi padre. Quienes lo lean, incluso tú que lo escribes, no podríais estar más equivocados.

Un padre debería saber todas aquellas cosas que he dejado reflejadas anteriormente. Un mal padre tan sólo alguna de ellas. Mi madre las sabe, las ha sufrido, y entre medias espero haberle dado alguna alegría. Todas esas cosas las sabe mi familia. Mis abuelos, mis tíos, mis primos. Incluso mis amigos, aquellos amigos que nunca has conocido. Mi familia es materna, y maternal. El nexo familiar que representa tu parte desapareció el día que la tía Charo (curiosamente siempre me he referido a ella como "tía") dejó de interesarse por nosotros. Por mi madre y por mí. Tus padres aparecieron de la nada durante unos días cuando iba al colegio, con lo que se supone que deben ser mis abuelos. Me cuesta llamarlos así. Estaría faltando al respeto a Paulina y Ángel, mis verdaderos abuelos, los que ejercieron como tal.

Eres una una persona que de repente me ha enviado un mensaje a mi cuenta de Facebook diciendo que "mi hermano Ángel" te ha ayudado a encontrarme, y que llevabas mucho tiempo buscándome. Mi madre nunca me ha ocultado nada. Sé que tienes más hijos además de Ángel. Ellos sí son tus hijos. De ellos sí puedes enorgullecerte de ser padre, como bien escribes en tu MySpace, no de mí. La tarea de encontrame a través de Facebook no ha debido resultar fácil, cuando ni siquiera figuran mis apellidos en la cuenta. Y en cuanto al tiempo que llevas tras mi búsqueda... ¿de cuánto tiempo estamos hablando?. Considerando que tengo 34 años, y que de la mayoría de edad (por si no querías tener que decir nada a mi madre) me separan ya 16 largos años, podemos poner como mucho el punto de partida ahí. ¿Te ha llevado 16 años dar conmigo para terminar haciéndolo a través de Facebook?. Creo sinceramente que hay métodos mejores, más rápidos y sobre todo más valientes, para haberme localizado antes. Fíjate, yo sin tener ningún interés en hacerlo, se que estuviste trabajando en una zapatería de la calle Goya hace ya unos años. Es más, hasta vi a la tía Charo (tu hermana), ya con mi mayoría de edad sobrepasada, en su centro de trabajo de la calle Princesa, trabajando con mi tía (la hermana de mi madre). Parece que no era tan difícil.

Volviendo al principio de esta carta, he de decirte que aún no eres abuelo, si es que tienes interés en que quien ahora llamas "hijo" te haga abuelo. Al menos sí me has servido de ejemplo como padre en una cosa: Si alguna vez tengo un hijo, estaré con él. Independientemente de lo bueno o malo de mi relación con su madre. Lo veré crecer, jugar, lo llevaré al hospital o lo visitaré allí. Intentaré que sea buena persona (algo que mi madre ha conseguido en mí), y que intente sacar el máximo provecho de sus estudios, e intentaré que su futuro sea el que él decida. Pero a su lado. Conoceré a sus amigos, a sus parejas. Me cabrearé con él, y él conmigo, y nos reiremos juntos.
Como ves, sí me has servido como ejemplo de padre. Un ejemplo a no seguir.

Es posible, incluso probable, que hayamos estado en el mismo bar tomando una cerveza a unos metros de distancia el uno del otro. Quién sabe, igual espalda con espalda. Quizá nos hemos sentado juntos en la misma sala de cine a tan sólo unos asientos de distancia, o puede que hayamos cruzado las miradas caminando por los túneles del Metro, cada uno en dirección contraria, sin saber quienes éramos. Eso lo hace aún más triste.
Eres una persona que de repente me ha enviado un mensaje a mi cuenta de Facebook, como una estampa de un programa de tele-basura en los que un par de malos actores contratados nos hacen creer que un padre busca a su hijo (y viceversa) tras años sin saber de él. Es algo que nunca llegaré a comprender, carece de sentido para mí buscar a alguien que nunca ha existido.
No te equivoques, no te odio. No se puede odiar a lo que no se conoce. La palabra es indiferencia. No te conozco, no sé quién eres, y si quieres iniciar el contacto, adelante, pero no pretendas ser ahora un padre desesperado buscando a su hijo. No cuando has renunciado a 34 años de vida de aquel a quien quieres llamar así. Eres una persona con un apellido en común que me ha enviado un mensaje a mi cuenta de Facebook.

Te has perdido lo mucho que quiero a mi madre.

martes, 25 de mayo de 2010

Una gran semana y cómo volver a la realidad.

La semana pasada ha sido una semana increíble para mí. Normalmente cuando uno está de vacaciones siempre suele pasárselo bien, pero lo de la semana pasada ha estado por encima de eso. Cuando uno está de vacaciones suele ver sitios bonitos, y/o estar relajado, disfrutar, etc.. Ha todo eso he de sumarle las sensaciones percibidas, en dos etapas, durante la pasada semana.

La historia comienza con la boda de unos amigos, Falk y Laura, alemán él, argentina ella, que conocí el año pasado en mi vivencia en Stuttgart. Obviamente no sólo los conocí a ellos, sino a un buen grupo de amigos, a los que las ganas de volver a ver, de reencontranos, me hacían llegar a Alemania de nuevo sobre-excitado, como siempre que vuelvo allí. El evento cumplió con creces los objetivos marcados, una boda distinta, en un lugar de ensueño, un castillo en una colina junto al río Neckar, y lo mejor de todo, el ya mencionado encuentro con aquellos amigos con los que tan pronto conecté, y que hicimos aquel pequeño grupo reducido de naciones unidas. Parecía que estos 8 meses desde que volví a Galicia no hubieran pasado.
El lunes, en cambio, las sensaciones fueron distintas. Aún en Stuttgart, fuimos al ayuntamiento de Neuhausen, donde estaba empadronado, a borrarme del registro..., y ál salir de allí sentí como si un pequeño trozo de alma se me cayera al cruzar la puerta. No sé bien cómo explicar esta tontería, que para mí no lo es. Fué como cortar el único hilo que aún parecía que pudiera mantenerme unido a Alemania.

Por suerte, tras un día de ajetreo en Madrid, el miércoles comenzamos unas cortas vacaciones en ruta por el norte de Francia: Nord - Pas de Calais, Normadía y Bretaña, para terminar en París asistiendo a la final de la heineken Cup de Rugby. Durante esos cortos y excasos 5 días mis añoranzas alemanas se vieron acomplejadas por la belleza de los lugares: Bergues, a donde fuimos como capricho tras declararnos fans incondicionales del film "Bienvenues chez les Ch'tis" (aquí traducida como "Bienvenidos al Norte"), Caen, Saint-Malo, Dinan, Rennes..., pero sobre todo el Mont Saint-Michel, el cual no podíamos dejar de mirar de día ni de noche, como si un extraño embrujo dirigiera nuestras miradas hacia él, incluso cuando le dábamos la espalda caminando hacia el coche. No hay palabras ni adjetivos para describirlo, hay que ir allí y verlo, sentirlo.

En cuanto a lo de la Heineken Cup, fué la guinda que puso fin a esa gran semana. La sobre-excitación que tuve al volver a Alemania para la boda de Laura y Falk, volvió a encontrarme en el Stade de France, ya al salir de la boca del metro, al unirnos a los seguidores del Stade Toulousain y del Biarritz Olympique, los dos equipos que jugaban la final. Realmente me daba igual quién venciera, sólo quería disfrutar de un partido de mi deporte favorito al más alto nivel, y nunca en mis sueños imaginé que lo disfrutaría tanto. Fué tremendamente intenso, entretenido, con un final dramático que pudo cambiar su signo en el último segundo. Pero el Toulouse ganó... y la semana terminó.

Ahora la nueva semana, esta en la que me encuentro delante del teclado, el ratón y la pantalla de nuevo, trae la esperanza de un curso de programación en el que estoy muy interesado, pero que no termina de confirmarse, y que al menos, me mantendría más entretenido hasta el mes de agosto, sin la angustia de pensar en conseguir un trabajo de cualquier modo.
La realidad se presenta dura, y semanas como la que ha quedado atrás no se prodigan mucho en apariciones. Por eso quedan grabadas en el recuerdo.

martes, 11 de mayo de 2010

Sumando amigos (en forma de blog).

Siempre es agradable encontrar blogs interesantes para leer. Blogs cotidianos, de la vida diaria, que se alejan del cotilleo o del cuchicheo de la intimidad de aquellos que lo escriben, pero que sí hacen ver la cotidianeidad de sus vidas.
Si a ello le sumamos que a la comunidad bloguera se suman amigos ya conocidos que comparten con nosotros sus vivencias, sus críticas, sus pasiones, o simplemente (que de simple no tiene nada), sus pensamientos, la alegría es aún mayor, pues parece que nos une aún más a ellos.

Por ello me gustaría dar la bienvenida a nuevos blogs, que no nuevos amigos pues ya lo eran de antaño. Blogs distintos, escritos por amigos iguales, de esos a los que se les ha de poner mayúsculas, acento, y el mayor énfasis cuando hacemos referencia a ellos.
A la lista de XocoRural, XocoViajes y La Caja de Cambios, he querido añadir estos nuevos blogs de estos eternos amigos, para estar siempre unidos, también con nuestras virtuales palabras.

Bienvenido SmartGraphid, un interesante blog de diseño y animación 3D. Bienvenido Te he dicho sin queso!, blog que los más allegados a su autora veníamos reclamando hace ya tiempo. Bienvenido Betanzos Crítico, que nos proporcionará las inquietudes de quienes residimos en esta Villa, y que es aplicable a casi todas las pequeñas ciudades del mundo. Y por último, bienvenido James Galicia, un reciente amigo de las islas británicas, enamorado de Galicia.

Como véis, en la variedad está el gusto, y para gustos... blogs amigos, y de amigos.

Para finalizar, me gustaría dar las gracias a Fran, por animarme de nuevo a seguir escribiendo, aunque su concepto de la realidad a veces diste mucho de la mía.
Gracias amigo.

martes, 6 de abril de 2010

Una Perla es una Joya... una web y un concurso.

Dos meses después de dar por cerrado, o al menos por apartado escribir en el blog, la presión popular ha podido conmigo y aquí me encuentro de nuevo escribiendo una entrada. Esta vez el motivo es bien distinto, y la presión popular no se debe a que esa pequeña legión de seguidores (3 para ser exactos), ansíen mi escritura, o estén ávidos de nuevas aventuras o desventuras de mi inexplicable existencia. Esta vez, la presión popular se ha decantado por participar en un concurso, y de paso, publicitar una web en la que encontrar interesantes artículos de regalo para esas féminas a las que tanto queremos.

La web en cuestión es www.eperla.es, y ofrece interesantes y bellas joyas para la mujer, todas ellas realizadas a mano, de forma artesanal, lo cual le confiere mayor importancia, y a mi modo de ver, mucha mayor distinción que aquellas joyas que ofrecen "a granel" las grandes superficies o franquicias.

Una de las cosas más importantes de la web es la facilidad y la sencillez para encontrar los productos, perfectamente catalogados en distintos tipos de moda y seccionados por categorías, lo cual facilita mucho la búsqueda de una joya en particular para una ocasión concreta y/o especial.
Uno de los más importantes detalles, y que define la manera completamente artesanal y manual en la que se realizan estas joyas es que ofrecen la posibilidad de hacer joyas por encargo, con una sencilla guía para que nosotros mismo podamos sorprender a nuestra mujer amada, con algo ideado por nosotros en cierto modo. O aquella mujer que quiera deleitarse con una verdadera joya artesanal que siempre ha imaginado y ha querido tener, ahora puede hacerlo.

El modo de envío es muy sencillo, seguro, económico y eficaz. Siempre envían las joyas con un empaquetado protector, y el coste es de 4,50 euros para la península, sin límite de capacidad. Es de reseñar que si el importe de la compre supera los 100 euros, el envío es gratuíto.
El ya cercano día de la madre puede significar una excusa perfecta para entrar en esta web y adquirir un bello y sobre todo significativo regalo. una joya única y exclusiva para ella. Aunque una vez que hayáis visitado la web de ePerla, no necesitaréis ninguna escusa para regalar o regalaros una auténtica joya.

Por cierto, si queréis gratis joyas de eperla y tenéis un blog o web, pasaos por www.blog.eperla.es y apuntaos al concurso organizado por la Joyeria y por Viajes Baratos.

sábado, 30 de enero de 2010

Las palabras que no querían ser leídas.

He llegado a preguntarme para qué narices necesito este blog ahora que ya estoy de nuevo en Galicia. Lo que comenzó siendo un diario, un cuaderno de bitácora de mi aventura en Alemania se queda ahora en agua de borrajas porque siento que las palabras, los pensamientos que pasan por mi cabeza, por ese engranaje, no quieren ser publicadas, no quieren ser leídas. 

Seguramente sea el miedo a abrirme tanto al mundo, a expresar mis sentimientos de forma tan clara, que no me apetece el exponerme tan abiertamente a la gente que me conoce, y mucho menos a quien no lo hace.

Es una dualidad en la que me pregunto si un blog con forma de diario tiene sentido. Si realmente exponer mis pensamientos personales, aquello que pasa por esa materia gris tan alterada que es mi cerebro es buena idea o si por el contrario debe quedarse guardado en un rincón de la memoria para seguir haciendo su trabajo de desgaste desde ahí. Pero entonces el estilo emocional de un blog personal también perdería su sentido.

Con la "involución" (todo lo contrario a evolucionar) que está sufriendo este país, a diario se me ocurren argumentos para escribir entradas en un blog, pero en un blog informativo, crítico, no en algo que pretendía ser personal. Un blog personal que al no expresar las palabras que no querían ser leídas, parece gravemente herido.